Bienvenidos de nuevo a PrevenBlog !!

En este artículos os hablamos de los productos inflamables en el hogar. En PrevenBlog seguimos compartiendo en nuestros contenidos diferentes aspectos para mejorar y optimizar la prevención de posibles incendios en el hogar, ya sea para minimizar el riesgo de problemas con el fuego o para minimizar posibles pequeños accidentes domésticos que, frecuentemente, podrían ser evitables con sencillas medidas de protección y seguridad.

En los dos últimos artículos, nos hemos centrado en la cocina, ya que es un espacio delicado que protagoniza habitualmente las causas de estos sustos o, en el peor de los casos, incendios en nuestras casas. Hoy, nos proponemos extender estas medidas al resto del hogar, ya que hablaremos de sustancias y productos que están presentes también en otras dependencias y que deberían tratarse con un cuidado y medidas de prevención especiales.

Es realmente fácil encontrar en nuestros hogares productos inflamables que deberían tratarse con medidas de prevención especiales, ya que en caso de que tengamos un problema con el fuego se pueden convertir en un acelerador o potenciador de un incendio, y más allá de la cocina, estos productos tienen presencia también en el resto de nuestro hogar, como por ejemplo el baño o cuartos trasteros.

pictogramas-inflamablesAsí, nos centramos a continuación en determinar qué debemos hacer en la gestión y logística de estos productos para que nuestras familias y hogares estén lo más seguros posibles tanto al manipularlos como simplemente al almacenarlos.

Para identificarlos, más allá de nuestros conocimientos, simplemente deberemos atender a las indicaciones o señalizaciones de seguridad que todo envase debe llevar para indicar al consumidor su naturaleza inflamable.

Medidas de uso y almacenamiento de productos inflamables

Como hemos dicho, la correcta logística y almacenamiento de estos productos es tan importante como su correcto uso, ya que muy habitualmente se convierten el “cómplices” del fuego precisamente cuando no estamos haciendo usos de ellos, actuando como aceleradores de las llamas.

Evitar el almacenamiento excesivo

Todos sabemos lo cómodo que es realizar grandes compras cuando visitamos el supermercado. En un viaje con nuestro vehículo podemos cargar gran cantidad de productos de alimentación y evitarnos así, si tenemos espacio en el hogar, futuros viajes y visitas a la tienda de la esquina. A pesar de esto, este principio pràctico resulta poco recomendable cuando hablamos de productos inflamables.

Si acumulamos muchos de estos productos inflamables estamos acumulando líquidos que pueden resultar realmente peligrosos y problemáticos en caso de un pequeño incendio, hasta el punto de convertir ese pequeño incendio en un incendio que no podremos controlar.

Desde Prevenfoc os recomendamos renunciar a esa comodidad, y comprar estos productos en función de su consumo y gasto diario.

Almacenarlos en el lugar adecuado

Estos productos son especiales, y deben ser especialmente almacenados. No hablamos, evidentemente, de instalaciones preparadas como lo son los grandes almacenes o centros logísticos, hablamos simplemente de buscar un lugar del hogar que tenga las características siguientes:

  • Buena ventilación
  • Distancia con centros de calor o fuego
  • Fuera del alcande de los niños

Permitidnos centrarnos de nuevo en los niños. Insistimos en ello como ya hemos hecho en posts anteriores porque todos conocemos la insaciable curiosidad de “esos locos bajitos”, como decía el maestro. Para ello, la altura resulta básica y fundamental.

Debemos evitar guardarlos en lugares a los que los niños tengan fácil acceso. Hay que evitar el armario que habitualmente hay debajo del grifo de la cocina o del baño, y otros armarios cuya ubicación esté a nivel del suelo. Deberíamos almacenarlos en armarios altos, y a ser posible, cerrados con algún mecanismo de especial seguridad, como candados, cerraduras con llave o cierres que impliquen una fuerza propia de un adulto para ser abiertos.

Conservarlos en su envase original con las etiquetas e indicaciones

Los envases de estos productos deben cumplir toda una normativa destinada a la prevención y seguridad en su uso y almacenamiento, ya que son líquidos o materiales que, insistimos, deben ser tratados atendiendo a una serie de normas y protocolos.

Por ello, no deberemos jamás cambiarlos de ese envase ni deteriorar las etiquetas, puesto que entonces posiblemente no podremos leer las indicaciones que nos informan de su correcto uso y almacenamiento.

Leer y cumplir las intrucciones de uso.

Seamos honestos…¿cuántos de nosotros se ha leído las instrucciones de uso de un producto inflamble como, por ejemplo, cualquier spray ambientador o de limpieza ?

Pues bien, deberíamos hacerlo siempre y hacerlo con nuestros hijos al lado cuando ya tengan edad para comprenderlas, para que se acostumbres desde bien pequeños a identificar productos cuyo uso y simple almacenamiento conlleva un riesgo, por pequeño que sea.

Así, además de recordarlas para un mejor cumplimiento, haremos la mejor de las acciones de prevención en materia de seguridad: LA EDUCACIÓN de los más pequeños.

Una vez más, y perdonad si somos pesaditos, debemos recordar que no hay norma “tonta” en materia de prevención y seguridad. Leer las instrucciones de uso de productos inflamables puede ser, y no exageramos, la diferencia entre tener, o no tener, un accidente doméstico relacionado con el fuego.

Limpiar muy bien posibles vertidos o manchas.

Si se vierte sin querer o si manchamos algún tejido, encimera o cualquier superfície, deberemos limpiar muy bien los restos, para que no se acumulen. Debemos pensar que aunque pase un largo periodo de tiempo estos materiales conservan sus cualidades y su capacidad inflamable, y podrían convertirse en un auténtico aliado del fuego en caso de una llamarada cercana, por pequeña que fuera.

Una pequeña cantidad de cualquier líquido inflamable en la encimera de la cocina puede llegar a ser muy peligroso mientras cocinamos, tal y como apuntábamos en nuestros artículos dedicados a la cocina.

Reciclar correctamente los envases vacíos.

Los envases vacíos conservan pequeños restos del líquido inflamable, y por ello no podemos tirarlos en cualquier lugar ni de cualquier manera. El propio envase nos indicará cómo deshacernos correctamente del envase vacío, hasta el punto de que en el caso de determinados productos es necesario recurrir a empresas especializadas.

En el caso de un hogar en el que se usan los productos habituales es difícil que haga falta la intervención de profesionales para el reciclaje, pero aún así hay que tener presente que no siempre podremos simplemente dejar los envases en los contenedores de la basura. Debemos estar atentos cuando manipulemos uno de estos materiales y cumplir las recomendaciones de reciclaje.

 

Pues bien, hasta aquí nuestro artículo de esta semana. Nos hemos centrado en aquellos productos que manipulamos habitualmente y que no solemos asociar con posibles fuentes de cierto peligro, pero que si son objeto de un mal uso o de una mala logística, pueden poner en riesgo la seguridad de nuestras familias y hogares.

Una vez más, gracias por vuestra atención y, como siempre, os invitamos a compartir este artículo si os ha parecido útil, GRACIAS !!

 

 

 

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