Bienvenidos de nuevo a PrevenBlog,
Nos reencontramos de nuevo en este espacio que es el vuestro después de un merecido descanso del que esperemos todos hayáis podido disfrutar con vuestras familias y amigos.
Os recibimos de nuevo con una serie de dos posts dedicados a la prevención de incendios en el coche, en automóviles, ya que si bien en cualquier época del año puede ocurrir, ahora que todavía hace calor es el tiempo en el que estadísticamente más riesgo hay.
Así, hoy dedicaremos este artículo a la prevención, a todas las medidas y consejos que debemos hacer para no sufrir un incendio en carretera. No hace falta decir lo peligrosa que puede resultar una situación así.
Dejaremos para el siguiente post lo que debemos hacer si lamentablemente el incendio se produce, y aprenderemos cómo actuar subrayando como siempre lo que debemos y lo que no debemos hacer.
Centrémonos pues en las acciones de prevención, en aquellas simples y sencillas medidas que pueden salvarnos de vivir una situación delicada y que pueden salvar nuestro coche del siniestro total. Para ello, os presentamos como hacemos habitualmente un listado claro y fácil de memorizar para que lo podáis poner en práctica de la mejor manera.
Para ello, dividiremos el post en dos grupos de medidas y consejos, las que hay que tomar respecto al coche y las que hay que tomar respecto a nuestro comportamiento al conducir.
Medidas y consejos a llevar a cabo en el vehículo.
– Llevar el vehículo a revisión regularmente.
Esta medida es, podríamos decir, universal. Es decir, para la prevención de accidentes, o para cualquier prevención que se refiera a los vehículos, como por ejemplo el tema que nos ocupa, es imprescindible acudir a nuestro mecánico de confianza para que haga una revisión general.
Esta necesidad es especialmente importante cuando nos disponemos a hacer un viaje largo, y si es época de calor fuerte, todavía es más necesario si cabe para evitar incendios en nuestro coche.
– Revisar niveles y mantener el motor limpio.
Los niveles de aceite, líquido de frenos, etc. deben revisarse con regularidad, para asegurarnos que ningún líquido está por debajo del nivel óptimo, ya que la falta de algunos de ellos puede desencadenar en un incendio.
Además, tal y como hemos visto en otros artículos, debemos evitar acumular aceite y grasa, en este caso, en el motor, ya que, en caso de un pequeño incendio que podría apagarse con facilidad, estos materiales actuarían como acelerante de las llamas, y ese pequeño incendio podría convertirse en un incendio imposible de gestionar en un primer momento.
– Extremar la precaución al modificar circuitos eléctricos.
Introducir nuevos elementos eléctricos en el vehículo, como luces LED o un nuevo equipo de música, debe hacerse preferiblemente acudiendo a un profesional, ya que ellos saben cómo hacer una instalación segura y que elimine riesgos de cortocircuitos que pudieran generar un incendio.
Si decidimos hacerlo nosotros mismos, es imprescindible documentarse y leer muy bien las instrucciones del fabricante para instalar adecuadamente el nuevo circuito eléctrico. En caso de duda, hay que acudir a un profesional que no asesore, o directamente dejar que lo haga él. Es mejor invertir un coste añadido a tener que lamentarse después.
Renovar y mantener correctamente elementos eléctricos y líquidos.
Hay que estar pendiente, revisando periódicamente el vehículo, de posibles cables dañados o de pérdidas de líquidos de cualquier tipo. Nosotros mismos debemos echar un vistazo a fondo a los cables del motor y a los bajos del vehículo para observar que no hay cables dañados o fugas de líquidos que podrían actuar como acelerante en caso de una chispa que podría, incluso, venir del exterior del vehículo.
Medidas y consejos sobre nuestro comportamiento en la conducción
Evitar transportar materiales inflamables o hacerlo correctamente.
En el interior del vehículo está prohibido transportar materiales inflamables, hay que hacerlo en el maletero. Aún así, es muy importante hacerlo solamente cuando sea necesario y de manera adecuada.
El bidón, botella, caja, etc. en el que transportemos el líquido, aerosol o material inflamable debe ir bien sujeto, bien fijado en el maletero, para evitar que pudiera caer y verterse, ya que podría calentarse o entrar en contacto con una de las fuentes de calor que tiene un coche y provocar un incendio en el mismo.
Evitar fumar mientras de conduce
Más allá de la pérdida de atención que puede provocar fumar conduciendo, con los problemas ya sabidos que esto puede provocar, hay que tener presente que una simple ceniza encendida que caiga en el vehículo puede darnos un buen susto. Si además conducimos con la ventanilla abierta este riesgo se multiplica.
Hay que pensar que un coche está lleno de materiales que pueden arder más o menos fácilmente, como por ejemplo telas o plásticos. Cualquier pequeña fuente de calor prolongada podría encender estos materiales, y una colilla que se cae o una cerilla que no se ha apagado bien puede ser origen de una situación de riesgo.
No conectar dispositivos eléctricos en mal estado.
Nos referimos en este punto a cables dañados o dispotivos en mal estado ajenos al vehículos, como pueden ser cargadores, dispositivos musicales externos o cualquier otro accesorio.
Debemos comprobar que está todo en perfecto estado antes de conectarlo al coche, como hacemos habitualmente en el cargador del mechero con algunos dispositivos. A menudo un vehículo en buen estado y con un buen mantenimiento sufre daños porque se le ha conectado un dispositivo dañado que ha acabado provocando un chispazo y un problema.
No conducir, si es posible, con altas temperaturas.
A menudo no se puede evitar, obviamente, y en principio los coches están preparados para circular con fuertes temperaturas en el exterior, pero también es cierto que si el vehículo ya tiene unos años una larga conducción a altas temperaturas puede sobrecalentar elementos del motor que podrían ocasionar un incendio en el mismo.
Para largos trayectos, especialmente en verano, la tarde-noche es el mejor margen horario para viajar. Más allá de otras comodidades, como por ejemplo que los niños se dormirán más fácilmente de noche, la conducción nocturna favorece la prevención de sobrecalentamientos y posibles problemas relacionados con fuentes de calor o llamas.
Bien, hasta aquí este primer post de septiembre. Tal y como os hemos comentado, la semana que viene cerraremos esta serie de dos artículos dedicados a la prevención de incendios en vehículos y automóbiles con un post en el que veremos qué hay hacer, y qué no hay que hacer, cuando el fuego ya ha hecho aparición.
Como siempre, os damos las gracias por seguirnos, y os invitamos a compartir en vuestras redes nuestros contenidos. Recordad que la prevención en equipo siempre es más efectiva !!
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